Normalmente, los febreros son tranquilos, pero este no lo fue. Por un lado, Europa mostró rendimientos muy positivos, mientras que EE. UU., que no tuvo el mismo desempeño, viéndose condicionado por las medidas de su presidente. El mercado afronta marzo con gran atención a los conflictos geopolíticos y los datos macroeconómicos, variables que en las últimas semanas han experimentado giros inesperados.
El mundo parece estar atado de manos ante la nueva administración de EE. UU. y su implementación de nuevos aranceles, que ya han comenzado a impactar en las decisiones de inversión de los propios estadounidenses. El temor a una posible ralentización económica, sumado a una inflación que se resiste a bajar, ha provocado una fuerte caída en la confianza de los consumidores americanos.
A esto se suma un contexto geopolítico incierto. El giro de 180 grados del gobierno de EE. UU. respecto al conflicto en Ucrania mantiene en vilo al mundo, a la espera de nuevos avances en las negociaciones.
La semana trae novedades, y la principal atención estará en el inicio de la guerra comercial impulsada por Trump. El 4 de marzo comenzarían a regir los aranceles sobre Canadá, México y China. A través de redes sociales, Trump afirmó que este martes entrarían en vigor los aranceles del 25 % sobre bienes importados desde Canadá y México, junto con un arancel adicional del 10 % sobre las importaciones desde China. Además, el BCE prepara un posible recorte en las tasas para este jueves, y en EE. UU. se esperan los datos de empleo el viernes.
Comienza marzo, y uno de los principales focos de atención será hasta qué nivel el gobierno estadounidense está dispuesto a llevar sus políticas arancelarias. Veremos hasta dónde tiene margen de maniobra Trump. Todo esto en un escenario geopolítico donde se esperan avances tanto en el conflicto en Ucrania como en la situación en Medio Oriente.