Donald Trump ha dado el golpe sobre la mesa, consolidando así la guerra comercial. Los aranceles impuestos por el líder de la Casa Blanca el 2 de abril han provocado ondas de choque en los mercados financieros y han encendido las alarmas.
Los anuncios realizados por Trump durante el “Liberation Day” (2 de abril) provocaron la mayor caída semanal de la bolsa estadounidense en los últimos cinco años. Las medidas incluyeron: i) un arancel base universal del 10%, ii) tasas arancelarias diferenciadas a socios comerciales calificados por Trump como “sucios” (“dirty”), entre los que se encuentran China (34%), Japón (24%) y la Unión Europea (20%),iii) y el anuncio de la entrada en vigor de un arancel del 25% sobre autos fabricados en el extranjero.
A raíz de estas decisiones, unos 50 países que fueron grabados con los aranceles ya han iniciado contacto con la administración Trump para posibles negociaciones. En contraste, China respondió el viernes pasado anunciando aranceles del 34% a productos importados desde Estados Unidos. Hoy lunes, Trump contraatacó con una nueva amenaza: aumentar los aranceles a las importaciones chinas al 50%, si no se levantan las represalias impuestas desde China. Queda por ver qué postura adoptarán Europa y el resto de los países.
El refugio llegó de la mano de fuertes caídas en las tasas del Tesoro estadounidense, que registraron sus mayores ganancias semanales en más de siete meses. El rendimiento del Treasury a 10 años cayó por debajo del 4%, aunque al inicio de esta semana ha retornado a niveles cercanos al 4,1%. Por su parte, el Treasury a 2 años también mostró caídas, aunque de menor magnitud, situándose en torno al 3,7%.
¿Preocupación por una posible recesión? El viernes pasado, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, declaró que los aranceles introducidos fueron mayores a lo previsto y podrían generar un aumento de la inflación, afectando el crecimiento económico del país más allá de lo inicialmente estimado.
Debido a este nuevo panorama, las expectativas sobre la política monetaria para este año han cambiado. Inicialmente se proyectaban dos recortes de tasas para 2025, pero el mercado ahora anticipa entre cuatro y cinco recortes, los cuales comenzarían a implementarse en abril.
En medio de un mercado volátil como pocas veces se ha visto, y casi pasando desapercibido, el viernes pasado se publicaron los datos de empleo en EE. UU., superando ampliamente las expectativas. Esto demuestra que el mercado laboral sigue mostrando fortaleza, alejando por momentos una cercana recesión.
Luego de una semana histórica, marcada por una de las caídas más fuertes de la bolsa estadounidense en lo que va del siglo, comparable con eventos como la pandemia o la crisis financiera de 2008, queda por ver hasta qué punto Trump está dispuesto a llevar su mensaje: que el impacto a corto plazo será doloroso, pero necesario para garantizar la prosperidad futura de EE. UU.
A pesar de no verse muchas señales de un cambio de rumbo ante la firme postura del presidente, la experiencia indica que es poco probable que la administración permita pérdidas prolongadas. ¿Dará Trump su brazo a torcer?