Por el momento, nada parece empañar el optimismo a medida que se acerca el fin de año. La semana comienza con un mercado enfrentando cierta incertidumbre política, pero también con un marcado optimismo económico.

La economía estadounidense sigue mostrando signos de solidez tras los datos de empleo publicados la semana pasada, los cuales estuvieron en línea con lo esperado. En los próximos días, será clave prestar atención a la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. este miércoles, un dato fundamental para las decisiones de la Reserva Federal (FED). La confianza del mercado parece apuntar a un próximo recorte de 25 puntos base en la reunión de política monetaria programada para el 18 de diciembre.

Por otro lado, también se esperan las decisiones que tomarán los miembros del Banco Central Europeo (BCE) en su reunión del jueves. Ambos bancos centrales, entre los más relevantes a nivel global, se mantienen enfocados en continuar con el proceso de relajación de sus políticas monetarias.

Mientras tanto, la nueva administración de Trump avanza, generando una combinación de optimismo e incertidumbre en los mercados. Si bien las políticas de desregulación y recortes fiscales suelen ser vistas como estímulos positivos para la economía local, los aranceles impuestos comienzan a generar preocupación por su impacto en el comercio y el crecimiento global. Próximamente, será crucial observar si los efectos positivos de la relajación regulatoria podrán compensar las implicancias negativas de las barreras comerciales.

En respuesta a esta situación, China se prepara: sus dirigentes anticipan la implementación de políticas flexibles, aunque con límites razonables. Estas medidas incluirían una relajación de la política monetaria y un aumento del gasto fiscal de cara al próximo año.

Con los pies bien puestos sobre la tierra, aunque el panorama actual parece optimista para este fin de año, es importante mantener la cautela frente a las condiciones actuales del mercado. Por el momento, ni el conflicto en Medio Oriente, ni las tensiones políticas en Francia, ni la escalada de la guerra civil en Siria han logrado apagar la esperanza de cerrar este año de la mejor manera. Esperamos que este panorama se mantenga.

‍