Y así llegamos a diciembre, un año marcado por las decisiones de la Reserva Federal (FED) en su intento de lograr un aterrizaje suave para la economía. Este año podría inscribirse en el salón de la fama de Wall Street como uno de los años alcistas, aunque aún queda por ver si esta última etapa aprovecha el impulso.
A finales de 2023, el mercado se preparaba para un 2024 turbulento, con preocupaciones por el aterrizaje de la economía estadounidense y los recortes de tasas que anticipaba la FED para el nuevo año. Sin embargo, 2024 avanzó rápidamente, y tras un 2023 positivo, pocos esperaban un nuevo repunte impulsado principalmente por los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. Este crecimiento logró mantenerse, incluso superando numerosos episodios de riesgo, tanto geopolíticos como empresariales.
Podemos afirmar que, aunque las tensiones geopolíticas fueron y continúan siendo una amenaza constante para la estabilidad, ni la escalada del conflicto en Oriente Medio, ni la guerra entre Rusia y Ucrania, ni las elecciones en Estados Unidos provocaron temores profundos. Esto permitió mantener el sentimiento de una economía mundial saludable.
En cuanto a los índices, durante 2024 tanto en Estados Unidos como en Europa se registraron resultados positivos. El S&P 500 y el Nasdaq cerraron el año con un rendimiento anual al alza, ambos con incrementos superiores al 20%, impulsados por el auge de la inteligencia artificial y el desempeño de las grandes empresas tecnológicas. Incluso en Europa, los principales índices terminaron en verde, a pesar de las perspectivas económicas inestables de algunos países. En el ámbito de las criptomonedas, las sorpresas continuaron tras la elección de Donald Trump.
La semana pasada, los datos económicos clave presentados en Estados Unidos confirmaron la buena salud de la economía norteamericana. En este contexto, para la próxima reunión de la Reserva Federal, programada para el 18 de diciembre, se espera un recorte de 25 puntos básicos en la tasa de interés. Por su parte, en Europa, es probable un recorte similar por parte del Banco Central Europeo (BCE), aunque las cifras de inflación, aún elevadas, hacen poco probable un ajuste más agresivo.
Para esta semana, se anticipa un ambiente de tranquilidad, aunque hay dos eventos importantes a seguir: los discursos del presidente de la FED el miércoles y los datos de empleo de noviembre, que se publicarán el viernes. Ambos serán clave para las próximas decisiones de la Reserva Federal, aunque no se esperan grandes sorpresas.
Nos encontramos en la etapa final del año, con la atención centrada nuevamente en las decisiones de la FED y el BCE sobre el futuro de la política monetaria. A medida que nos acercamos a 2025, el ambiente sigue siendo optimista. No se prevén correcciones importantes, y todo apunta a que el mercado permitirá disfrutar de una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.