Los ánimos de tranquilidad se mantienen en una semana ligera en cuanto a datos en EE. UU. Los indicadores de bienes duraderos y vivienda se comportaron conforme a lo esperado, mientras que el PMI manufacturero y de servicios resultaron levemente por encima de las expectativas. Ante la ausencia de grandes catalizadores macroeconómicos, la atención se centró en los resultados empresariales, y es probable que esta semana siga la misma tendencia.
La temporada de resultados está en plena marcha y, hasta ahora, las ganancias han cumplido con las expectativas. En los próximos días, los gigantes tecnológicos Amazon, Apple y Microsoft publicarán sus resultados, lo que sin duda marcará el ritmo del mercado bursátil en esta última etapa del año.
A esto se suma una serie de datos clave, la primera estimación del PIB del tercer trimestre se publicará el miércoles, el índice de precios al consumidor (PCE) el jueves y el informe mensual de empleo el viernes, lo que aumenta las tensiones de cara a las elecciones de la próxima semana. Este es el contexto actual para la Reserva Federal (FED) en vísperas de su próxima reunión de política monetaria, que comenzará el 7 de noviembre.
En Europa, el mercado permanece estable, y los datos recientes apuntan a un crecimiento moderado para el último trimestre del año. Por su parte, el Banco de Japón anunciará sus decisiones de política monetaria el jueves, y se espera que mantenga su postura sin cambios. Mientras tanto, las tensiones en Medio Oriente siguen impactando los precios del petróleo, reflejando la incertidumbre del panorama actual.
Las próximas dos semanas serán cruciales. La publicación de resultados empresariales, los datos macroeconómicos relevantes y la proximidad de las elecciones presidenciales serán factores clave en la ruta hacia la próxima reunión de la FED, donde se definirá cómo concluirá el 2024.