Con intenciones de mantener la paz. La FED se toma con calma este periodo de octubre, esperando la primera semana de noviembre, que vendrá cargada de hechos esenciales en los mercados. Todo bajo control, según lo demuestran los datos presentados la semana pasada en EE. UU., que sorprenden al alza e incluso favorecen más el crecimiento que la famosa teoría del "aterrizaje suave".
Las próximas dos semanas serán decisivas en EE. UU., donde cada dato y acción serán importantes de cara a las elecciones presidenciales y la reunión de la FED, donde ambas tendrán lugar la primera semana de noviembre. El mercado sigue esperando una nueva reducción de tasas de 25 puntos base en la próxima reunión de la Reserva Federal, siguiendo los pasos del Banco Central Europeo (BCE), que ya recortó las tasas en 25 pb el jueves pasado.
Continúa también la temporada de presentación de resultados. Tras una combinación de sólidos resultados de grandes empresas como Netflix y Apple, es el turno de Tesla, que se prepara para presentar sus cifras luego del cierre del miércoles, con la esperanza de mantener la confianza y el optimismo para el resto del año.
Por su parte, el Banco Popular de China (BPC) sigue trabajando para estimular la economía reduciendo las tasas. Todos los esfuerzos están destinados a reactivar el crecimiento, aunque la falta de detalles sobre la implementación de las medidas ha generado cierta desconfianza.
Como ha sido la tónica, todo sigue condicionado a las tensiones en Medio Oriente. Si bien el petróleo ha logrado estabilizarse tras caídas anteriores, las preocupaciones han aumentado ante la creciente demanda mundial, impulsada principalmente por los estímulos en China.
Con este escenario, solo queda estar atentos a cualquier hecho relevante que pueda ocurrir hasta la primera semana de noviembre. Todo está por definirse en las próximas semanas, para que los miembros de la FED decidan cómo cerrar esta última etapa de un agitado 2024.